El sistema genético de ADN también controla la reproducción celular
La reproducción celular es otro ejemplo del papel ubicuo
que tiene el sistema genético del ADN en todos los procesos
vitales. Los genes y sus mecanismos reguladores determinan
las características de crecimiento de las células y también si
se dividen para formar nuevas células y cuándo. De esta manera, el sistema genético, tan importante, controla cada etapa
del desarrollo del ser humano, desde el óvulo unicelular fertilizado
hasta todo un organismo funcionante. Es decir, si hay
un eje central a la vida, es el sistema genético del ADN.
Ciclo vital de la célula.
El ciclo vital de una célula es el período que transcurre desde el inicio de la reproducción celular hasta el inicio de la siguiente reproducción celular. Cuando las células de los mamíferos no están inhibidas, se reproducen tan rápidamente como pueden y su ciclo vital puede ser tan sólo de 10 a 30h y termina por una serie de sucesos físicos diferenciados que se denominan mitosis y que tienen como finalidad lograr la división de la célula en dos células hijas nuevas. La mitosis en sí misma dura sólo unos 30 min, por lo que más del 95% del ciclo vital de las células está representado por el intervalo entre las mitosis, o interfase, incluso en las células que se reproducen con mayor rapidez. Excepto en determinadas condiciones especiales de reproducción celular rápida, los factores inhibidores casi siempre disminuyen la velocidad o detienen el ciclo vital no inhibido, es decir, las distintas células del organismo tienen realmente ciclos vitales que varían de tan sólo 10h en las células de la médula ósea, sometidas a una estimulación elevada, a un ciclo vital que dura prácticamente la vida del sujeto en la mayoría de las células nerviosas.La reproducción celular comienza con la replicación del ADN.
Como sucede en la mayoría de los demás sucesos vitales
importantes, la reproducción comienza en el núcleo. El primer
paso consiste en la replicación (duplicación) de todo el ADN de
los cromosomas y sólo después puede tener lugar la mitosis.
El ADN comienza a duplicarse entre 5 y 10h antes de la
mitosis y se completa en 4-8h. El resultado neto es que se
producen dos réplicas exactas de todo el ADN. Estas réplicas
se convierten en el ADN de las dos células hijas nuevas que
se formarán en la mitosis. Después de esta replicación hay
otro periodo de 1-2h antes de que comience bruscamente la
mitosis. Durante este período comienzan los cambios preliminares
que conducirán a la mitosis.
Fenómenos químicos y físicos de la replicación del ADN.
El ADN se replica del mismo modo en que se
transcribe el ARN en respuesta al ADN, excepto por algunas
diferencias importantes:
1. Se replican las dos cadenas de ADN de cada cromosoma,
y no sólo una de ellas.
Figura 3-14 Etapas de la reproducción celular. A, B y C. Profase.
D. Prometafase. E. Metafase. F. Anafase. G y H. Telofase. (Tomado de
Margaret C. Gladbach, Estate of Mary E. and Dan Todd, Kansas.)
Unidad I Introducción a la fisiología: la célula y la fisiología general
38.
2. Las dos cadenas completas de la hélice de ADN se replican
de extremo a extremo, y no sólo algunas porciones de
las mismas como sucede en la transcripción del ARN.
3. Las principales enzimas que participan en la replicación del
ADN componen un complejo de muchas enzimas, denominado
polimerasa del ADN, que es comparable a la polimerasa
del ARN. Se une a la plantilla de una de las cadenas
del ADN y la recorre en toda su longitud, mientras que otra
enzima, la ADN ligasa, provoca la unión de los nucleótidos
sucesivos de ADN entre sí, usando enlaces fosfato de alta
energía como fuente de energía para estas uniones.
4. La formación de cada nueva cadena de ADN se produce
simultáneamente en cientos de segmentos a lo largo de
cada una de las dos cadenas de la hélice hasta que se re -
plica toda la cadena. Después, la ADN ligasa une los
extremos de estas subunidades.
5. Cada cadena de ADN recién formada se mantiene unida
mediante un enlace débil de hidrógeno a la cadena original
de ADN que se usó como plantilla, es decir, las dos
hélices de ADN se enrollan unidas.
6. Como las hélices de ADN de cada cromosoma miden
aproximadamente 6 cm de longitud y tienen millones
de giros helicoidales, sería imposible que las dos hélices
de ADN recién formadas se desenrollaran si no hubiera
algún mecanismo especial, la presencia de enzimas que
periódicamente cortan cada hélice a lo largo de toda su
longitud, rotan cada segmento lo suficiente como para
provocar la separación y después vuelven a separar la
hélice. Es decir, se desenrollan las dos hélices nuevas.
Reparación de ADN, «corrección de lectura» y «mutaciones» del ADN.
Durante la hora, más o menos,
que transcurre entre la replicación del ADN y el comienzo de
la mitosis hay un período de reparación muy activa y «corrección
de lectura» de las cadenas de ADN; es decir, siempre
que se hayan emparejado nucleótidos de ADN incorrectos
con la cadena original que sirve de plantilla actúan unas
enzimas especiales que cortan las zonas defectuosas y las
reemplazan con los nucleótidos complementarios apropiados.
Para ello se utilizan las mismas polimerasas del ADN y
ADN ligasas que se usan en la replicación. Este proceso de
reparación del ADN se conoce como corrección de lectura.
Debido a los procesos de reparación y corrección de lectura,
el proceso de transcripción comete errores pocas veces pero,
cuando lo hace, el error se denomina mutación. La mutación
provoca la formación de alguna proteína anormal en la célula
en lugar de la proteína necesaria, lo que conduce a funciones
celulares anormales y, en ocasiones, incluso a la muerte celular.
Aún así, y dado que hay 30.000 genes o más en el genoma
humano y que el período de una generación humana a otra
es de unos 30 años, tendríamos que esperar hasta 10 o más
mutaciones en el paso del genoma de un padre a su hijo. No
obstante, como protección el genoma humano está representado
por dos conjuntos independientes de cromosomas con
genes casi idénticos, por lo que el niño dispone casi siempre
de un gen funcional de cada par, a pesar de las mutaciones.
Cromosomas y su replicación.
Las hélices de ADN del núcleo se enrollan en cromosomas.
La célula humana contiene 46 cromosomas dispuestos en
23 pares. Los genes de los dos cromosomas de cada par son
idénticos o casi idénticos entre sí en su mayor parte, por lo
que se dice que en los pares también puede haber genes diferentes,
aunque no sea siempre así.
Además del ADN en el cromosoma hay una gran cantidad
de proteínas en el cromosoma, principalmente muchas moléculas
pequeñas de histonas cargadas positivamente. Estas
histonas se organizan en un número inmenso de pequeños
núcleos, a modo de carretes, alrededor de los cuales se enrollan
secuencialmente pequeños segmentos de cada hélice de
ADN.
Los núcleos de histonas tienen un papel importante en
la regulación de la actividad del ADN porque este no puede
funcionar como plantilla para la formación de ARN ni para la
replicación de ADN nuevo mientras esté fuertemente enrollado.
Además, se ha demostrado que algunas de las proteínas
reguladoras son capaces de disminuir la densidad del enrollamiento
del ADN en las histonas y permitir que pequeños
segmentos cada vez permitan la formación del ARN.
Hay varias proteínas no histonas que también son componentes
importantes de los cromosomas, funcionando como
proteínas estructurales y, en relación con la maquinaria reguladora
genética, como activadores, inhibidores y enzimas.
La replicación de todos los cromosomas se produce en los
minutos siguientes a la finalización de la replicación de las
hélices de ADN y las hélices nuevas recogen las moléculas proteicas
nuevas a medida que las van necesitando. Los dos cromosomas
recién formados se mantienen unidos entre sí (hasta
el momento de la mitosis) en un punto que se denomina centrómero,
situado cerca del centro. Estos cromosomas duplicados,
pero aún unidos entre sí, se conocen como cromátidas.
Mitosis celular.
El proceso real por el que la célula se divide en dos células
nuevas es la mitosis. Una vez que cada cromosoma se ha re -
plicado para formar las dos cromátidas, en muchas células la
mitosis se produce automáticamente en 1 o 2 h.
Aparato mitótico: función de los centríolos. Uno
de los primeros pasos de la mitosis tiene lugar en el citoplasma,
al final de la interfase, en torno o en unas pequeñas
estructuras denominadas centríolos. Como se ve en la figura
3-14, dos pares de centríolos se mantienen estrechamente
unidos cerca de un polo del núcleo (estos centríolos, como el
ADN y los cromosomas, también se han replicado durante la
interfase, habitualmente poco después de la replicación del
ADN). Cada centríolo es un pequeño organismo cilíndrico
en torno a 0,4mm de largo y 0,15 mm de diámetro y está formado
principalmente por nueve estructuras tubulares paralelas
dispuestas en forma de un cilindro. Los dos centríolos
de cada par se disponen en ángulos rectos entre sí y cada
par de centríolos, junto al material pericentriolar unido a él,
compone el centrosoma.
Poco antes de que tenga lugar la mitosis, los dos pares
de centríolos comienzan a separarse uno de otro, lo que se
debe a la polimerización de las proteínas de los microtúbulos
que crecen entre los pares respectivos de centríolos
y los separan. Al mismo tiempo, crecen radialmente otros
microtúbulos que alejan los pares de centríolos, formando
una estrella a modo de soporte, que se conoce como áster,
en cada extremo de la célula. Algunas de las puntas del áster
Capítulo 3 Control genético de la síntesis proteica, las funciones de la célula y la reproducción celular
39
UNIDAD I
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penetran en la membrana nuclear y permiten separar los
dos conjuntos de cromátidas durante la mitosis. El complejo
de microtúbulos que se extiende entre los dos nuevos pares
de centríolos es el huso, y todo el conjunto de microtúbulos
más los dos pares de centríolos se denomina aparato
mitótico.
Profase. La primera etapa de la mitosis, denominada
profase, se muestra en la figura 3-14A, B y C. Mientras se
forma el haz, los cromosomas del núcleo (que en la interfase
corresponden a hebras laxamente enrolladas) se condensan
en cromosomas bien definidos.
Prometafase. Durante esta etapa (v. fig. 3-14D), las
puntas de los microtúbulos en crecimiento del áster se fragmentan
en la cubierta nuclear. Al mismo tiempo, los múltiples
microtúbulos del áster se unen a las cromátidas en
los centrómeros, donde las cromátidas pareadas aún están
unidas entre sí; a continuación, los túbulos tiran de una cromátida
de cada par, alejando cada una hacia el polo celular
correspondiente.
Metafase. Durante la metafase (v. fig. 3-14E), los dos
ásteres del aparato mitótico se separan, lo que parece suceder
porque las puntas de los microtúbulos de ambos, donde
se imbrican entre sí para formar el huso mitótico, realmente
se empujan mutuamente. Por este motivo, parece que hay
unas moléculas proteicas contráctiles diminutas, o motores
moleculares, que tal vez estén formadas por la proteína muscular
actina que se extienden entre las puntas respectivas para,
utilizando una acción paulatina como en el músculo, deslicen
activamente las puntas en dirección opuesta una de otra.
Simultáneamente, los microtúbulos insertados en las cromátidas
tiran fuertemente de ellas hasta el centro de la célula, alineándolas
para formar el plano ecuatorial del huso mitótico.
Anafase. Durante esta fase (v. fig. 3-14F), las dos cromátidas
de cada cromosoma son separadas en el centrómero. Se
separan los 46 pares de cromátidas y se forman dos juegos
independientes de 46 cromosomas hijos. Cada uno de ellos
es empujado hacia cada uno de los ásteres de la mitosis, a
medida que los dos polos respectivos de la célula en división
se van separando entre sí.
Telofase. En la telofase (v. fig. 3-14G y H), los dos juegos
de cromosomas hijos se separan completamente. A continuación,
el aparato mitótico se disuelve y se desarrolla una nueva
membrana nuclear que rodea cada grupo de cromosomas.
Esta membrana se forma a partir de porciones del retículo
endoplásmico que ya están presentes en el citoplasma. Poco
después, la célula se divide en dos, en la zona media entre
los dos núcleos, como consecuencia de la formación de un
anillo contráctil de microfilamentos compuestos por actina
y, probablemente, miosina (las dos proteínas contráctiles del
músculo) en la unión de las células nuevas que se están desarrollando,
anillo que las termina separando.
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