Excitación y contracción del músculo liso
Contracción del músculo liso.
En los capítulos 6 y 7 el análisis
se centró en el músculo esquelético.
Ahora pasamos al músculo
liso, que está formado por
fibras mucho menores, habitualmente de 1 a 5mm de diámetro
y de sólo 20 a 500mm de longitud. Por el contrario, las fibras
musculares esqueléticas tienen un diámetro hasta 30 veces
mayor y una longitud cientos de veces mayor. Muchos de los
mismos principios de la contracción se aplican al músculo liso
y al músculo esquelético. Lo que es más importante, esencialmente
las mismas fuerzas de atracción entre los filamentos de
miosina y actina producen la contracción en el músculo liso y
en el músculo esquelético, pero la disposición física interna de
las fibras musculares lisas es diferente.
Tipos de músculo liso.
El músculo liso de los distintos órganos es distinto del de la
mayor parte de los demás en varios sentidos: 1) dimensiones
físicas; 2) organización en fascículos o láminas; 3) respuesta
a diferentes tipos de estímulos; 4) características de la inervación,
y 5) función. Sin embargo, en aras de la simplicidad, el
músculo liso en general se puede dividir en dos tipos principales,
que se muestran en la imagen 8-1: músculo liso multiunitario
y músculo liso unitario (o monounitario).
Músculo liso multiunitario.Este tipo de músculo liso
está formado por fibras musculares lisas separadas y discretas.
Cada una de las fibras actúa independientemente
de las demás y con frecuencia está inervada por una única
terminación nerviosa, como ocurre en las fibras musculares
esqueléticas. Además, la superficie externa de estas fibras,
al igual que en el caso de las fibras musculares esqueléticas,
está cubierta por una capa delgada de sustancia similar a una
membrana basal, una mezcla de colágeno fino y glucoproteínas
que aísla las fibras separadas entre sí.
La característica más importante de las fibras musculares
lisas multiunitarias es que cada una de las fibras se puede contraer
independientemente de las demás, y su control se ejerce
principalmente por señales nerviosas. Por el contrario, una parte
importante del control del músculo liso unitario es ejercida por
estímulos no nerviosos. Algunos ejemplos de músculo liso multiunitario son el músculo ciliar del ojo, el músculo del iris del ojo
y los músculos piloerectores que producen la erección del pelo
cuando los estimula el sistema nervioso simpático.
Músculo liso unitario. Este tipo se denomina músculo
liso sincitial o músculo liso visceral. El término «unitario» es
confuso porque no se refiere a fibras musculares únicas. Por
el contrario, se refiere a una masa de cientos a miles de fibras
musculares lisas que se contraen juntas como una única unidad.
Las fibras habitualmente están dispuestas en láminas o
fascículos, y sus membranas celulares están adheridas entre
sí en múltiples puntos, de modo que la fuerza que se genera
en una fibra muscular se puede transmitir a la siguiente.
Además, las membranas celulares están unidas por muchas
uniones en hendidura a través de las cuales los iones pueden
fluir libremente desde una célula muscular a otra, de
modo que los potenciales de acción o el flujo iónico simple
sin potenciales de acción puede viajar desde una fibra a otra
y hacer que las fibras musculares se contraigan simultáneamente.
Este tipo de músculo liso también se conoce como
músculo liso sincitial debido a sus interconexiones sincitiales
entre las fibras. También se denomina músculo liso visceral
porque se encuentra en la pared de la mayor parte de las vísceras
del cuerpo, por ejemplo el aparato digestivo, las vías
biliares, los uréteres, el útero y muchos vasos sanguíneos.
Mecanismo contráctil en el músculo liso.
Base química de la contracción del músculo liso.
El músculo liso contiene filamentos tanto de actina como de
miosina, que tienen características químicas similares a los filamentos
de actina y miosina del músculo esquelético. No contiene
el complejo de troponina normal que es necesario para el
control de la contracción del músculo esquelético, de modo que
el mecanismo de control de la contracción es diferente. Esto se
analiza en detalle más adelante en este mismo capítulo.
Estudios químicos han mostrado que los filamentos de actina
y miosina del músculo liso interactúan entre sí de manera muy
similar a como lo hacen en el músculo esquelético. Además, el
proceso contráctil es activado por los iones calcio, y el trifosfato
de adenosina (ATP) se degrada a difosfato de adenosina (ADP)
para proporcionar la energía para la contracción.
Sin embargo, hay diferencias importantes entre la organización
física del músculo liso y la del músculo esquelético, así
como diferencias en el acoplamiento excitación-contracción, el
control del proceso contráctil por los iones calcio, la duración de
la contracción y la cantidad de energía necesaria para la misma.
Base física de la contracción del músculo liso.
El músculo liso no tiene la misma disposición estriada de los
filamentos de actina y miosina que se encuentra en el músculo
esquelético. Por el contrario, las técnicas de microfotografía
electrónica indican la organización física que se muestra en
la Imagen 8-2. Esta figura muestra grandes números de filamentos
de actina unidos a los denominados cuerpos densos.
Algunos de estos cuerpos están unidos a la membrana celular.
Otros están dispersos en el interior de la célula. Algunos
de los cuerpos densos de la membrana de células adyacentes
están unidos entre sí por puentes proteicos intercelulares. La
fuerza de contracción se transmite de unas células a otras
principalmente a través de estos enlaces.
Interpuestos entre los filamentos de actina de la fibra
muscular están los filamentos de miosina. Estos filamentos
tienen un diámetro superior al doble que los filamentos de
actina. En las microfotografías electrónicas habitualmente se
ven 5 a 10 veces más filamentos de actina que de miosina.
En la parte derecha de la Imagen se presenta la estructura
que se ha propuesto de una unidad contráctil individual
del interior de una célula muscular lisa, en la que se ven grandes
números de filamentos de actina que irradian desde dos
cuerpos densos; los extremos de estos filamentos se superponen
a un filamento de miosina que está localizado a mitad
de camino entre los cuerpos densos. Esta unidad contráctil
es similar a la unidad contráctil del músculo esquelético, aunque
sin la regularidad de su estructura; de hecho, los cuerpos
densos del músculo liso tienen la misma función que los discos
Z del músculo esquelético.
Hay otra diferencia: la mayor parte de los filamentos de
miosina tiene lo que se denomina puentes cruzados «lateropolares»,
dispuestos de tal manera que los puentes de un
lado basculan en una dirección y los del otro lado basculan en
la dirección opuesta. Esto permite que la miosina tire de un
filamento de actina en una dirección en un lado a la vez que
simultáneamente tira de otro filamento de actina en la dirección
opuesta en el otro lado. La utilidad de esta organización
es que permite que las células musculares lisas se contraigan
hasta el 80% de su longitud, en lugar de estar limitadas a
menos del 30%, como ocurre en el músculo esquelético.
Comparación de la contracción del músculo liso
con la contracción del músculo estriado.
Aunque la mayor parte de los músculos esqueléticos se contraen
y relajan rápidamente, la mayor parte de las contracciones
del músculo liso son contracciones tónicas prolongadas,
que a veces duran horas o incluso días. Por tanto, cabe esperar
que las características físicas y químicas de la contracción del
músculo liso sean diferentes de las del músculo esquelético. A
continuación se presentan algunas diferencias.
Ciclado lento de los puentes cruzados de miosina. La
rapidez del ciclado de los puentes transversos de miosina en
el músculo liso (es decir, su unión a la actina, su posterior liberación
de la actina y su nueva unión para el siguiente ciclo) es mucho más lenta que en el músculo esquelético; de hecho,
la frecuencia es tan baja como 1/10 a 1/300 de la del músculo
esquelético. A pesar de todo, se piensa que la fracción
de tiempo que los puentes cruzados permanecen unidos a los
filamentos de actina, que es un factor importante que determina
la fuerza de la contracción, está muy aumentada en el
músculo liso. Una posible razón del ciclado lento es que las
cabezas de los puentes cruzados tienen una actividad ATPasa
mucho menor que en el músculo esquelético, de modo que la
degradación del ATP que aporta energía a los movimientos de
las cabezas de los puentes cruzados está muy reducida, con el
consiguiente enlentecimiento de la frecuencia de ciclado.
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