Control nervioso y hormonal de la contracción del músculo liso
Aunque las fibras musculares esqueléticas son estimuladas
exclusivamente por el sistema nervioso, la contracción del
músculo liso puede ser estimulada por múltiples tipos de señales:
señales nerviosas, estimulación hormonal, distensión del
músculo y otros diversos estímulos. El principal motivo de
esta diferencia es que la membrana del músculo liso contiene
muchos tipos de proteínas receptoras que pueden iniciar el
proceso contráctil. Además, otras proteínas receptoras inhiben
la contracción del músculo liso, que es otra diferencia respecto
al músculo esquelético. Por tanto, en esta sección se analiza el
control nervioso de la contracción del músculo liso, seguido
del control hormonal y de otros mecanismos de control.
Uniones neuromusculares del músculo liso.
Anatomía fisiológica de las uniones neuromusculares
del músculo liso. Las uniones neuromusculares del
tipo muy estructurado que se encuentran en las fibras del
músculo esquelético no aparecen en el músculo liso. Por el
contrario, las fibras nerviosas autónomas que inervan el músculo
liso generalmente se ramifican de manera difusa encima
de una lámina de fibras musculares, como se muestra en la
imagen 8-4. En la mayor parte de los casos estas fibras no hacen
contacto directo con la membrana de las células de las fibras
musculares lisas, sino que forman las denominadas uniones
difusas que secretan su sustancia transmisora hacia el recubrimiento
de matriz del músculo liso, con frecuencia a una
distancia de varios nanómetros a varios micrómetros de las
células musculares; después la sustancia transmisora difunde
hacia las células. Además, cuando hay muchas capas de células
musculares, las fibras nerviosas con frecuencia inervan
sólo la capa externa. La excitación muscular viaja desde esta
capa externa hacia las capas internas por conducción de los potenciales de acción en la masa muscular o mediante difusión
adicional de la sustancia transmisora.
Los axones que inervan las fibras musculares lisas no tienen
los extremos terminales ramificados típicos que se ven
en la placa motora terminal de las fibras musculares esqueléticas.
Por el contrario, la mayor parte de los axones terminales
delgados tiene múltiples varicosidades distribuidas a lo
largo de sus ejes. En estos puntos se interrumpen las células
de Schwann que rodean a los axones, de modo que se puede
secretar la sustancia transmisora a través de las paredes de
las varicosidades. En las varicosidades hay vesículas similares
a las de la placa terminal del músculo esquelético y que
contienen la sustancia transmisora. Pero, al contrario de las
vesículas de las uniones del músculo esquelético, que siempre
contienen acetilcolina, las vesículas de las terminaciones
de las fibras nerviosas autónomas contienen acetilcolina en
algunas fibras y noradrenalina en otras, y de manera ocasional
también otras sustancias.
En algunos casos, particularmente en el tipo multiunitario
del músculo liso, las varicosidades están separadas de la
membrana de la célula muscular por tan sólo 20 a 30 nm, la
misma anchura que tiene la hendidura sináptica que aparece
en la unión del músculo esquelético. Estas uniones se denominan
uniones de contacto, y actúan de manera muy similar
a la unión neuromuscular del músculo esquelético; la rapidez
de la contracción de estas fibras musculares lisas es considerablemente
más rápida que la de las fibras estimuladas por
las uniones difusas.
Sustancias transmisoras excitadoras e inhibidoras
secretadas en la unión neuromuscular del músculo
liso.Las sustancias transmisoras más importantes que
secretan los nervios autónomos que inervan el músculo liso
son acetilcolina y noradrenalina, aunque nunca son secretadas
por las mismas fibras nerviosas. La acetilcolina es una
sustancia transmisora excitadora de las fibras musculares
lisas en algunos órganos y un transmisor inhibidor en el músculo
liso de otros órganos. Cuando la acetilcolina excita una
fibra, la noradrenalina habitualmente la inhibe. Por el contrario,
cuando la acetilcolina inhibe una fibra, la noradrenalina
habitualmente la excita.
Pero ¿por qué se producen estas respuestas diferentes? La
respuesta es que tanto la acetilcolina como la noradrenalina
excitan o inhiben el músculo liso uniéndose en primer lugar
a una proteína receptora de la superficie de la membrana de
la célula muscular. Algunas de las proteínas receptoras son
receptores excitadores, mientras que otras son receptores
inhibidores. Así, el tipo de receptor determina si el músculo
liso es inhibido o excitado y también determina cuál de los
dos transmisores, acetilcolina o noradrenalina, participa en
la producción de la excitación o de la inhibición. Estos receptores
se analizan con más detalle en el capítulo 60 en relación
con la función del sistema nervioso autónomo.
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