Control Genetico De La sintesis Proteica
Todos sabemos que los genes,
situados en el núcleo de todas
las células del organismo, controlan
la herencia de padres
a hijos, pero la mayoría de la
gente no se da cuenta de que
estos mismos genes también
controlan la función cotidiana de todas las células del organismo.
Los genes controlan las funciones de la célula determinando qué
sustancias se sintetizan dentro de la misma, es decir, qué estructuras,
qué enzimas y qué productos químicos participan. Cada gen, que corresponde a ácido nucleico,
el ácido desoxirribonucleico (ADN), controla automáticamente
la formación de otro ácido nucleico, el ácido ribonucleico
(ARN), que después se dispersa por toda la célula para
controlar la formación de una proteína específica. El proceso
completo, desde la transcripción del código genético en el
núcleo hasta la traducción del código del ARN y la formación
de proteínas en el citoplasma celular, se refiere a menudo
como expresión génica.
Como hay aproximadamente 30.000 genes diferentes
en cada célula, en teoría es posible formar un número muy
grande de proteínas celulares diferentes.
Algunas de las proteínas celulares son proteínas estructurales,
que, asociadas a varios lípidos e hidratos de carbono,
forman las estructuras de los distintos orgánulos intracelulares. No obstante, la mayoría
de las proteínas son enzimas que catalizan las distintas
reacciones químicas en las células. Por ejemplo, las enzimas
promueven todas las reacciones oxidativas que aportan energía
a la célula y favorecen la síntesis de todos los productos
químicos de la célula, como lípidos, glucógeno y trifosfato de
adenosina (ATP).
Genes En El Nucleo Celular.
En el núcleo celular hay un gran número de genes unidos por
sus extremos, formando las moléculas de doble hélice largas
de ADN que tienen un peso molecular que se mide por
miles de millones. Se muestra un segmento
muy corto de una molécula de este tipo. La molécula está
formada por varios compuestos químicos sencillos unidos siguiendo un patrón regular, cuyos detalles pasamos a exponer
a continuación.
Bloques básicos de ADN. Los compuestos químicos básicos implicados en la formación
del ADN, es decir, el ácido fosfórico, el azúcar desoxirribosa y
cuatro bases nitrogenadas (dos purínicas, adenina y guanina,
y dos pirimidínicas, timina y citosina). El ácido fosfórico y la
desoxirribosa forman las dos hebras helicoidales que sirven
de soporte para la molécula de ADN, mientras que las bases
nitrogenadas se apoyan entre las dos hebras y se conectan
entre sí.
Nucleótidos. La primera etapa en la formación del ADN
consiste en combinar una molécula de ácido fosfórico, una
molécula de desoxirribosa y una de las cuatro bases para formar
un nucleótido ácido. De esta forma se crean cuatro nucleótidos
distintos, uno para cada una de las cuatro bases, los
ácidos desoxiadenílico, desoxitimidílico, desoxiguanílico y desoxicitidílico.
Código genético.
La importancia del ADN se debe a su capacidad para controlar
la formación de las proteínas en la célula mediante un
código genético. Es decir, cuando las dos hebras de la molécula
de ADN se escinden quedan expuestas las bases purínicas
y pirimidínicas proyectándose a un lado de cada hebra
de ADN.
Estas bases que se proyectan son las que forman el código
genético.
El código genético consta de «tripletes» sucesivos de bases,
es decir, tres bases sucesivas componen una palabra del
código. Los tripletes sucesivos controlan en último término
la secuencia de aminoácidos en una molécula proteica
que la célula debe sintetizar. La hebra de ADN de la parte superior, leída de izquierda a
derecha, contiene el código genético GGC, AGA, CTT, los
tripletes separados entre sí por las flechas. Si seguimos este
código genético, veremos
que estos tres tripletes respectivos son responsables de
la colocación sucesiva de los tres aminoácidos, prolina, serina
y ácido glutámico, en una molécula de proteína de nueva
formación.
Comentarios
Publicar un comentario