Apoptosis: muerte celular programada
Los 100 billones de células del organismo forman parte de
una comunidad muy bien organizada en la que el número
total de células está regulado no sólo por el control de la
velocidad de división celular, sino también por el control de
la velocidad de la muerte celular. Cuando las células ya no
se necesitan, o cuando se convierten en una amenaza para
el organismo, sufren una muerte celular programada suicida,
o apoptosis. Este proceso implica una cascada proteolítica
específica que hace que la célula se encoja y condense
para desmontar su citoesqueleto y alterar su superficie de tal
forma que una célula fagocítica cercana, como un macrófa -
go, se puede unir a la membrana celular y digerir la célula.
Al contrario de la muerte programada, las células que
mueren como consecuencia de una lesión aguda se hinchan
y estallan debido a la pérdida de la integridad de la membrana
celular, un proceso que se denomina necrosis celular.
Las células necróticas vierten su contenido haciendo que la
inflamación y la lesión se extiendan a las células vecinas. No
obstante, la apoptosis es una muerte celular metódica que da
lugar al desmontaje y fagocitosis de la célula antes de que se
produzca ninguna fuga de su contenido, por lo que las células
vecinas se mantienen sanas.
La apoptosis se inicia mediante la activación de una familia
de proteasas que se conocen como caspasas. Se trata de unas
enzimas que se sintetizan y almacenan en la célula en forma
de procaspasas inactivas. Los mecanismos de activación de las
caspasas son complejos pero, una vez activadas, las enzimas se
escinden y activan otras procaspasas, activando una cascada
que rompe rápidamente las proteínas del interior de la célula.
De esta forma, la célula se desmantela a sí misma y sus restos
se digieren rápidamente en las células fagocíticas vecinas.
En los tejidos que se remodelan durante el desarrollo se
producen cantidades enormes de apoptosis, incluso en los
seres humanos adultos miles de millones de células mueren
cada hora en tejidos como el intestino y la médula ósea y se
reemplazan con células nuevas. No obstante, en los adultos
sanos la muerte celular programada está normalmente equilibrada
con la formación de células nuevas, ya que, de lo contrario,
los tejidos del organismo aumentarían o disminuirían
excesivamente. En los estudios más recientes se propone que
las alteraciones de la apoptosis pueden ser importantes en las
enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de
Alzheimer, y también en el cáncer y los trastornos autoinmunitarios.
Algunos fármacos que se han usado con éxito para la
quimioterapia inducen apoptosis en las células cancerosas.
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